Capitulo 2:



Wallace estaba en su camino hacia  el supermercado, el se cogio su acostumbredo atajo por un callejón vacío. Cuando entró, oyó el motor de un carro que se acercaba, miró detrás de él, hay un carro entrando y comenzo a correr hacia la salida. Tres hombres aparecen en el otro lado y Wallace dejó de correr.

"No hay lugar para correr." Uno de los hombres bloqueando la salida dijo. Ese mismo hombre vino corriendo hacia él tratando de golpearlo y Wallace se movió rápidamente para evadir el pu~o del hombre. Wallace tuvo la oportunidad de correr hasta que otro hombre llegó corriendo y lo empujó hacia el suelo. Los tres hombres llegaron al lugar donde Wallace estaba en el suelo y le ataron las manos juntas. Lo empujaron dentro del carro y ellos ya habian completado su misión al secuestrarlo a él.

"No te muevas!" El hombre que sostiene Wallace dentro del coche dijo. El hombre señaló al hombre a su lado y le inyecta un anestésico en el brazo de Wallace. El gritó cuando la aguja se penetra a través de su piel y de repente se sintió cansado y se mantuvo dormido por el resto del viaje.

Wallace se despertó en medio de una habitación blanca y claustrofóbica; se levantó y trató de abrir la unica puerta blanca en el cuarto pero la puerta estaba firmemente cerrada. Miró a su alrededor buscando otra salida pero no había nada, ni un agujero ni otra puerta. Había una cama blanca que estaba sentado, un armario lleno de ropa blanca igual de clara como la que él llevaba y una mesa delante de la cama.

Exactamente dos horas habían pasado cuando una mujer abrió la puerta y entró a la habitación con dos guardaespaldas detrás de ella. Tenía la piel de color caramelo, cabello castaño rizado con mechones  fluorescentes color rosa y ella estaba vestida de rosa y negro.

"Así que tú eres el ladrón que he pasado un año buscando." Ella le dijo a Wallace.

"Usted debe estar equivocada, no soy un ladrón." Wallace respondió.

La mujer le mostró una carpeta que contiene documentos de los lugares que el ha sido visto en todo el mundo. Estaba París, Argentina, Nueva Zelanda y después que lo vieron el se trasladó a Maryland en los Estados Unidos de América. Tenía una pequeña casa en Marlborough, ha sido una buena experiencia para él  vivir allí, pero la gente lo mira extrañamente todos los días porque es un muchacho de dieciséis años que vive solo y tiene que caminar todos los días a su trabajo. Si alguien pone todas las pistas juntas podría encontrarlo sospechoso, pero la gente piensa que él es simplemente un buen chico que tiene problemas familiares y tiene que vivir solo.

Wallace arrojó los papeles al otro lado de la habitación y la dama lo miró como si quisiera pegarle. Ella respiró hondo, se relajó y dijo: "No tolero a aquellos de ustedes que no pueden seguir mis reglas, me has de obedecerme o te haré dormir en el suelo con mis amados perros." Ella dijo cerrando los ojos y dandose la vuelta.

A medida que los guardaespaldas se retiraron con su jefa, Wallace corrió y agarró la  muñeca de ella con sus brazos. Los guardaespaldas se dieron la vuelta y ambos tomaron sus armas fuera de sus bolsillos apuntandolas hacia Wallace, pero ellos se detuvieron cuando Wallace envolvió sus brazos alrededor de la dama demasiado cerca para que ellos no pudieran disparar sus armas contra él.

"¿Qué estás esperando? ¡Mátenlo!" Dijo la dama.

"Lo siento, pero no podemos, si nos arriesgamos podriamos lastimarte también." Uno de los guardaespaldas dijo.

Wallace comenzó a mover una mano, tocando los bolsillos de la dama, él sonrió y hundió su mano en el bolsillo. Él sacó un largo cuchillo, lo puso a la base de la garganta de la dama y ella tragó saliva pensando que no podría salir de allí con vida. Este chico está loco, ¿qué estaba tratando de matarla? Los guardaespaldas estaban realmente preocupado ahora.

"Pongas sus armas en el suelo y nadie saldra lastimado." Dijo Wallace. "Ahora!" Y agregó colocando el cuchillo más cerca al cuello de la dama.

"Haz lo que dice!" Le gritó la dama a ellos. Rápidamente pusieron las dos pistolas en el suelo y los patearon para que el chico pudiera verlas. El muchacho caminaba por el pasillo con la dama envuelta en sus brazos, caminó hasta que estaba delante de la puerta que daba al exterior de la prisión. Besó la frente de la dama y le dijo: "Gracias por ayudarme!" La dama tuvo la oportunidad de pegarle con las rodillas sobre su estómago y cayó al suelo.

"Me has causado bastantes problemas." La dama dijo. "Vas a estar aquí hasta que te pudras por todos los pecados que has cometido."  Agregó, pero entonces el muchacho se levantó y con sólo un simple movimiento de su brazo derecho, metió el cuchillo en su estómago. La mujer gritó y cayó al suelo. El muchacho corrió tan rápido como pudo salir de allí pero cuando llegó a un puente alto, podía ver al equipo de la prisión de seguridad venír después de él con sus grandes perros que casi arrastravan a sus propietarios a través del suelo. Gritaban, lo llamaban repetitivamente y lo siguieron por el puente. Cuando llegó a la mitad, cayó con las manos delante de él, pero él se levantó y siguió corriendo. Cruzó el puente con los perros casi sobre los talones, saltó la cerca y corrió hacia la ciudad.

Las luces de la ciudad eran muy brillantes en comparación con las luces amarillentas de la prisión. Wallace estaba caminando con la multitud de gente que iba al banco de enfrente. Entró en el banco, pero cuando salio vio a un hombre enorme con una pistola al lado de los empleados diciendo que él sólo estaba buscando a alguien. Tres cuadras más adelante algo llamó la atención de Wallace, era un cartel que decía: Bienvenidos. Entró sin dudarlo y se fue hacia el mostrador de facturación.


"Hola, me gustaría alquilar una habitación." Dijo Wallace.

"Lo siento mucho pero no tenemos habitaciones disponibles." Un hombre gordo dijo detrás de un escritorio de madera.

Una mujer alta  salió del ascensor diciendo: "Morris, necesito hablar con usted, es muy importante." "Oh, hola!"Le dijo a Wallace cuando se dio cuenta que estaba allí. "¿Y quién es usted?" Pregunta.

"Este chico quería una habitación, pero lamentablemente no hay ninguna disponible." El hombre gordo dijo.

"Realmente si desea puede quedarse en mi habitación." La mujer dijo sonriendo.

Hubo unos minutos de silencio mientras Wallace lo consideró antes de decir: "Me quedare pero solo porque usted insistio."

"Por supuesto yo quiero que te quedes en especial porque te ves demasiado joven para estar solo." Dice la mujer. "Me he olvidado presentarme, mi nombre es Jane Gray, ¿cómo te llamas?" Dijo la mujer  llevando a Wallace a su habitación.

"Mi nombre es Wallace Santos." Dijo Wallace. Salieron del ascensor, caminaron a través de un pasillo, Jane abrió la puerta y Wallace entró primero.

"Hola mamá! ¿Quién es el?" Una chica alta y rubia preguntó sentada en un sofá gris viendo la televisión.

"Este es Wallace que va a quedarse con nosotras. Esto es tan grandioso, podemos ir de compras, podemos ir al spa o si quieres podemos ir al cine con él." Jane dijo.

"Hola, soy Jasmine yo soy su hija." La muchacha dijo poniendo los ojos hacia su madre.

"Es un placer conocerte." Wallace dijo.

"Gracias!" dijo Jasmine. Le echo un buen vistazo a Wallace cuando él miró hacia otro lado. Su cabello y ojos son del mismo color marrón, su piel tiene un color crema, y también es delgado y alto. Él la cogio mirandolo y sonrió.

Jane llamó: "Jasmine, ¿quieres traer a Wallace aquí?"

Jasmine hizo lo que su madre quería, cuando ella y Wallace entraron a la peque~a habitacion donde Jane Wallace explicó que el deberia dormir en la cama específica. Después de eso, Jane dejo a Wallace para que pudiera dormir ...